Pedagogía

Educación Siglo XXI 

La escuela como un lazo de vinculo socio-cultural

EL BULYING COMO DOLOR EN LA ESCOLARIACIÓN Y POR FUERA DE ELLA


Nota por Profesor Alderete, R. Marcelo®

Ante la capacitación de un curso de capacitación docente, es bueno que, este conocimiento sea un recurso para compartir socialmente y que la sociedad lo haga…

¿Cuántos padres, madres y/o tutores se encuentran con que, su hijo ha sufrido Bullying? Se enojan con todo el sistema educativo por igual, cuándo no es así, ser un docente que afronte los vínculos saludables es porque además de tener una formación pedagógica y universitaria creo que, el nivel para capacitarse es más constante que, el que sale del profesorado. Les cuesta más a muchos docentes involucrarse en cursos de Capacitación docentes dados por el ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires. Prefieren comprar puntaje que ganárselos como debería ser: Cursando para capacitarse.

El curso que, conté se llama “El Bullying como expresión de dolor social”. Dado por el Curso Permanente Nuestra Escuela de manera virtual, es un curso dado a docentes, directivos, preceptores; etc. El cuál suma puntaje de forma gratuita. Este curso, apunta a herramientas docentes que, muchos de ellos ni saben que las tienen como las guías de Orientación para las intervenciones de adultos responsables en ˂˂situaciones que Vulneran los derechos de la niñez y la adolescencia˃˃; de la DGCyE (2014) Ministerio de Educación de la Nación. “Guía I y II para la intervención educativa en situaciones complejas relacionadas con la vida escolar”. Como vemos la guía de orientación está vigente, hace 9 años, y muchos docentes ni siquiera su Estatuto Docente lo desconoce, aún peor, las guías de intervenciones como podemos de observar.

Sí, bien esta nota la realizó como una crítica, es para despertar a muchos de estos funcionarios que la verdad cumple mal su función y no como se debe. La praxis docente no es sólo la planificación del proyecto anual, es un cambio, subjetivo y observar el todo, no ser parcial, además ser un adulto responsable que pueda intervenir ante hechos verbales, antes de que, lleguen los hechos físicos entre los estudiantes. La escuela además de una institución es un lazo del reflejo social. Dentro de otra guía para los docentes, y obviamente directivo ya que, para antes de ser directivo se debió ser profesor, docente frente a aula. La guía que menciono es la de la DGCyE (2014) Ministerio de Educación de la Nación. Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela. Esta última guía debe ser leída por todos los docentes, para intervenir y poner fin al Bullying. Voy a exponer lo siguiente para que sea una lectura social, vaya más allá de la escuela, vaya a las familias, un recorte de la guía DGCyE (2014; Pp. 9) Ministerio de Educación de la Nación. Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela.:

˂˂Fabián es alumno de séptimo grado de una escuela primaria. Usa anteojos desde chiquito y en segundo grado le pusieron aparatos. Atravesó casi toda la escuela primaria hostigado por sus compañeros; se burlan constantemente de él, le hacen bromas pesadas, le dicen “feo” y “tonto”. Ir a la escuela es un padecimiento para Fabián. A veces dice que le duele la cabeza para no ir. Otras, cuando se acerca la hora, comienza a dolerle la panza. En su casa no lo saben. Fabián no le contó a nadie que en la escuela los compañeros no lo tratan bien. Por eso, cuando dice que quiere faltar, no lo dejan. En varias oportunidades llega de la escuela sin los lápices nuevos, con el cuaderno roto o con el guardapolvo manchado. Sus papás piensan que Fabián es distraído y no cuida los útiles que le compran con tanto esfuerzo. Él no les dice que fueron sus compañeros. A menudo piensa que tendría que contarle a su mamá, o a su hermana que es más grande, pero le da vergüenza. Cada vez que quiere hablar del tema se le hace un nudo en la garganta. No le salen las palabras˃˃.

Sí te sentís identificado/o por ser madre, padre o tutor de algún hijo tuyo como el caso de Fabián, es porque los profesores y mucho menos los directivos están capacitados ante hechos eventuales de esta índole denominada Bullying, los profesores son evidente que deben estar capacitados, lo grave es un directivo no capacitado, es decir, que antes de ser directivo debes ser profesor o docente frente a alumnos. Sino escuchan las voces de los alumnos, de lo verbal esto termina en un problema totalmente físico. El no escuchar es violencia, el silencio y la falta de intervención es violencia, el acto de que de lo verbal pase hacerse físico ahí ya no hay violencia, hay falta de intervención institucionalizada encabezado por el cuerpo jerárquico de la escuela o jardín.

Tal como no afirma la guía de la DGCyE (2014; Pp. 9 - 10) Ministerio de Educación de la Nación. Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela.:

Situaciones como esta ocurren en nuestras escuelas. ¿Cuántas veces los docentes presencian un gesto de maltrato entre compañeros? ¿Cuántas veces intuyen que algo anda mal en los grupos de alumnos? Sin embargo, no siempre es fácil saber qué hacer. Muchos interrogantes se generan. ¿Cómo intervenir ante situaciones de maltrato entre pares? ¿Habría que dejar que lo resuelvan solos? ¿Qué es necesario trabajar con todo el grupo y qué con cada chico en forma individual? ¿Cuándo llamar a las familias? Este material propone reflexionar acerca de una de las formas que puede asumir el maltrato entre pares en la escuela: el hostigamiento o acoso. El objetivo es analizar las posibles maneras para evitar estas situaciones, y trabajar sobre los modos de intervenir en caso de que ya estén sucediendo.

Para que padres, madre o tutores les hagan ver a los docentes y/o directivos cuando estos no prestan atención y no observan los problemas recurrentes en el aula:

La legislación actual La Ley de Educación Nacional establece: Artículo 11. Los fines y objetivos de la política educativa nacional son:

 c) Brindar una formación ciudadana comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, resolución pacífica de conflictos, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural.

f) Asegurar condiciones de igualdad, respetando las diferencias entre las personas sin admitir discriminación de género ni de ningún otro tipo. Artículo 126. Los/as alumnos/as tienen derecho a:

d) Ser protegidos/as contra toda agresión física, psicológica o moral. La Ley de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece que: Artículo 9. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la dignidad como sujetos de derechos y de personas en desarrollo; a no ser sometidos a trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio; a no ser sometidos a ninguna forma de explotación económica, torturas, abusos o negligencias, explotación sexual, secuestros o tráfico para cualquier fin o en cualquier forma o condición cruel o degradante.

La convivencia o los vínculos en la escuela son responsabilidad de todos los adultos a cargo de la formación de niños o jóvenes, más allá del lugar, el horario de trabajo o el rol que les toque asumir. En consonancia con este criterio, se sugiere que este material sea debatido entre todos los adultos de la institución: supervisores, directivos, docentes, preceptores, miembros de equipos técnicos, bibliotecarios, responsables de laboratorios, entre otros actores institucionales, como así también con las familias1.

Esto nos demuestra que las escuelas tienen guía de orientaciones para erradicar el Bullying y cualquier tipo de conflictos, pero hay que capacitarse, ser más profesional e entrometerse al estudio de lecturas y/o cursos legales.

La pregunta a hacerse, entonces, no es cuáles son las características que hacen que un sujeto sea violento, sino ¿qué de las relaciones, del contexto, hacen que determinado sujeto con determinadas características, actúe de modo violento? Finalmente, así como se toma en cuenta la dimensión relacional-contextual, también existe una dimensión sociohistórica que hace a la definición del sentido de las prácticas sociales en general. La violencia nunca es algo aislado ni las relaciones se producen en el vacío, sino que es un fenómeno social e históricamente determinado, que responde a coordenadas propias de una época. Para dar cuenta de ella debe considerarse cómo es el contexto cultural y social (Benbenishty y Astor, 2005) en que se inscribe la manifestación concreta.

¿Qué puede o debe hacer la escuela?

La escuela constituye el lugar protagónico en el que los alumnos desarrollan las primeras habilidades para el ejercicio democrático. Educar para la paz, para la democracia y para el ejercicio pleno de los derechos implica, entre otros aspectos, favorecer procesos de participación en la institución escolar. En ella, niños y jóvenes ensayan sus primeros lazos más allá del seno familiar, encuentran la oportunidad de valorar la riqueza de convivir junto a otros, de enfrentarse a la resolución de conflictos y hacer de estos una oportunidad para el aprendizaje. La escuela es en sí misma una apuesta al lazo social. Y en esta apuesta, resulta crucial la figura del docente y de sus cargos jerárquicos los cuales por más que tengan el “rol” o la etiqueta secretario, directivo, etc.; estos conforman el encabezado escolar2.

Tal como nos asegura la guía de la DGCyE (2014; Pp. 13) Ministerio de Educación de la Nación. Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela.  Se ha puesto especial interés en que este material enfoque la problemática desde una perspectiva de derechos. La “doctrina integral de derechos” adopta la concepción de niñez que propone la Convención sobre los Derechos del Niño, redefine las relaciones entre los adultos y los niños y jóvenes. Ellos son considerados como sujetos de derechos, como un grupo social con necesidades, preocupaciones y rasgos propios de su etapa vital y del lugar que ocupan en la sociedad. La escuela, en tanto se trata de una institución pública, tiene un papel central a la hora de hacer valer los derechos de los niños y las niñas y los jóvenes. Desde esta perspectiva, es necesario que la escuela pueda abordar las situaciones de violencia o específicamente de acoso para pensar y definir sus propias prácticas de construcción de espacios de convivencia democráticos.

Los vínculos en la escuela no son asunto exclusivamente de los chicos, sino también de los docentes y de la institución en su conjunto.

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1.         DGCyE (2014; Pp. 9- 10) Ministerio de Educación de la Nación. Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela.

2.        DGCyE (2014; Pp. 10 - 11) Ministerio de Educación de la Nación. Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela.


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